Bora Bora es uno de los destinos más exóticos del mundo, su economía se basa en el turismo, en gran parte proveniente de los Estados Unidos, del Japón y de Europa. Es considerada por muchos la isla más bonita del planeta.
Aquí, el luminoso colorido de las aguas, brilla por su atractivo. Bora Bora, es una de las llamadas islas perdidas, con playas de arena coralina, sin olas y bañadas por un mar de tintes exquisitos azul, verde y violeta. Bora Bora es un atolón en la Polinesia Francesa ubicada al noroeste de Tahití, a 200 km de esta isla. y a 3000 kilómetros al sur de Hawai, y es considerada por muchos la isla más bonita del planeta.
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| Fotografía procedente del contenedor de imágenes de Google |
Tiene una extensión de 260 kilómetros cuadrados y está formado por un volcán extinto y por una laguna separada del mar por un arrecife. La isla está rodada de Motus, que son pequeños islotes alargados que suelen tener cierta anchura y vegetación. Uno de los motus más bellos y fotografiados de la Polinesia es el Motu Tapu, que ofrece fotos realmente espectaculares. Bora Bora y otras islas cercanas están completamente rodeadas de arrecifes de coral.
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| Fotografía procedente del contenedor de imágenes de Google |
Las principales playas se encuentran en los mencionados Motus, y en la isla principal podemos encontrar la magnífica playa Matira en la punta de la isla que lleva este nombre. Es una preciosa playa de arena blanca y aguas cristalinas que impacta solo con verla.
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| Fotografía procedente del contenedor de imágenes de Google |
Atravesar la laguna en cualquier embarcación es todo un espectáculo, pues dependiendo de la profundidad de las aguas, se dibujan los diversos tonos de la laguna que a la luz del sol brillan de una forma que es difícil de describir. Las tonalidades de la laguna son impresionantes, fondos de coral blanco, fondos rocosos, zonas con algo mas de profundidad marcan mediante líneas claramente visibles los cambios de profundidad.
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| Fotografía procedente del contenedor de imágenes de Google |
El sol no falta en estas islas durante todo el año, incluso en la época de lluvias, la nubosidad es algo habitual, pero por muchas nubes que se presenten, el sol siempre consigue colarse entre ellas.
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La tranquilidad es la tónica general en estas islas, no hay alboroto, no hay actividad nocturna y al oscurecer ya no se escucha ningún ruido, salvo algún espectáculo a lo lejos en forma de tambores. En la isla principal, sobresale el Monte Otemanu, de algo más de 700 metros. Según el lugar desde donde se vea toma distintas formas, y destacan las vistas desde la zona de la laguna, de un azul brillante, que contrasta con la abundante vegetación de la isla. La laguna de Bora Bora ofrece diferentes posibilidades de ser explorada. Se puede remar en una canoa hasta un islote solitario.
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| Fotografía procedente del contenedor de imágenes de Google |
Para los que gusten de la compañía pueden embarcarse en un bote y hacer una excursión con barbacoa. Una de las cosas más bonitas es viajar en un barco con fondo de vidrio y observar la flora y fauna submarina. Los tiburones son aquí un atractivo turístico y, aunque no son muy grandes, miden alrededor de un metro, tragan las piezas ofrecidas de un bocado.
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